Con el calor del verano, muchas personas vuelven a replantearse esa magnífica piscina en el jardín que tenían en mente, en la que disfrutar de los días más calurosos. Si este es tu caso, sigue leyendo porque te damos toda la información necesaria para empezar a instalar esa piscina deseada.
Hacerse una piscina en el jardín es cada vez más habitual, teniendo en cuenta que hoy en día hay infinidad de opciones y precios para elegir y cada vez más personas desean disfrutar de su vivienda y de las comodidades que ésta puede ofrecerles.
Primero de todo, debes saber que no todas las piscinas son las adecuadas para todos los usuarios, ya que algunas tienen ventajas que otras no tienen o ciertas características que mejor se adaptan a ti. En definitiva, deberás elegir en función de tus necesidades.
1. Consejos a tener en cuenta
Antes de empezar con la construcción de la piscina, debes tener en cuenta los siguientes consejos que te damos, ya que van a serte muy útiles.
- Para empezar, es muy importante considerar cuál será el uso que le vas a dar y quiénes son los que disfrutarán de ella. Y por supuesto, tener claro de qué presupuesto dispones para invertir en este proyecto.
- No te olvides de pedir los permisos legales necesarios, ya que, aunque parezca muy obvio, se te puede pasar y complicar el proceso.
- Es de importancia que realices los planos de la piscina antes de empezar su construcción.
- Debes tener en cuenta la ubicación y orientación de esta. Siempre debe ubicarse en dirección al sur, ya que, de esta forma, obtendrás más rayos de sol en ella durante más tiempo. Además, el viento es otro factor importante a tener en cuenta. Intenta que sea un lugar donde no toque demasiado.
- Piensa en el tamaño y la profundidad que querrás para la piscina. Dependerá del espacio que tengas y de tus preferencias.
- Es primordial mantener el agua de la piscina limpia, y para ello debes tener en cuenta que hay que realizar mantenimientos regularmente y cuidar que el sistema de purificación del agua sea el indicado. Deberás elegir el equipamiento adecuado para mantener limpia y clara el agua.
- Te aconsejamos que la pongas en un lugar con pocos o sin árboles, ya que pueden caer hojas al agua que la ensucien, dando una mala imagen. Además de conllevar más trabajo con la limpieza.
- No hay que olvidar reservar un espacio cerca de la piscina, en el que poder guardar todo lo necesario relacionado con el mantenimiento de esta.
- Finalmente, y lo más importante, ayúdate siempre de profesionales con experiencia.
2. Cómo es el proceso de construcción de una piscina
Una vez tengas claras las necesidades y deseos para tu futura piscina, toca diseñarla teniendo en cuenta que cubra todo aquello que tienes en mente. Para empezar, se realiza un plano 3D en el que poder visualizar tu piscina y el entorno de lo que tienes pensado realizar. Todo debe quedar plasmado en este 3D, desde la iluminación que se instalará, hasta las escaleras, el filtrado, etc. Cuanto mejor esté definido desde un principio, de forma más eficiente podrá realizarse el trabajo.
A continuación, se prepara el suelo, para lo cual es necesario el uso de maquinaria profesional. Esto implica cierto movimiento de tierra para que quede definido el agujero donde se instalará la piscina. Seguidamente, se procede a levantar las paredes y se da forma al vaso de la piscina, teniendo siempre en cuenta, el tamaño y profundidad que hayas decidido anteriormente. A partir de aquí, pasamos al gunitado, que consiste en proyectar a alta presión el hormigón de forma uniforme contra paredes y suelo, de esta forma, queda bien repartido con la misma cantidad de material en todo el vaso de la piscina.
Una vez hecho esto, es momento de colocar todos aquellos detalles que harán que la piscina sea diferente y personal, así como las escaleras, los acabados, etc.
Y lo más importante, el momento de colocar el gresite, un revestimiento compuesto por pequeñas baldosas de gres y que le darán el toque único a tu piscina, según el color y estilo que elijas.
Por último, ya solo queda llenarla de agua y ¡disfrutar de ella!
3. Tipos de piscina según la forma y el tamaño
Por encima de todo debes pensar en la seguridad de los que van a utilizarla. Por lo tanto, si tienes niños, claramente la profundidad de esta no podrá exceder 1 metro. Por otro lado, si por ejemplo, quieres utilizarla para hacer natación deportiva, deberá tener más profundidad. De todas formas, en general, las piscinas domésticas no suelen superar los 1,85 metros de profundidad.
Lo mismo ocurre con el tamaño, si el objetivo es disfrutar en familia no será necesario una piscina de larga longitud. En cambio, para fines más deportivos, será ideal una de forma rectangular y con una longitud considerable.
En cuanto a la forma a elegir encontramos muchas variedades:
- Rectangulares: son las más clásicas, fáciles de construir y más versátiles, ya que tanto se puede nadar como simplemente darse un chapuzón y relajarse.
- Ovaladas: aportan mucha armonía al entorno y también son versátiles como las rectangulares. Es bastante común decantarse por esta forma cuando se requiere una piscina pequeña.
- Con carril de nado: cuentan con uno o varios carriles para nadar, ideales para nadadores experimentados y que quieren entrenar con regularidad. A lo que hay que añadir, que se necesita espacio para su instalación, ya que ocupan mucho por su tamaño.
- Tipo riñón: se adaptan muy bien al entorno y además tienen la posibilidad de crear varias zonas de baño diferenciadas, por ejemplo, para adultos y para niños.
- De forma libre: son aquellas que se diseñan a gusto de cada uno, lo cual implica un coste más elevado, ya que no se usa una forma preestablecida.
4. Estilos de piscina
En el momento de pensar qué clase de piscina quieres, no solo debes tener en cuenta tus gustos y prioridades, sino que es muy importante analizar el entorno y elegir aquella que se adapte y coordine mejor para no romper la armonía del lugar en el que vives. En otras palabras, si tu casa es de estilo rústico, la piscina deberá ir acorde a ese estilo, al igual que si es de obra nueva o cualquier otro tipo de edificación.
Algunos de los estilos más utilizados que puedes encontrar en el mercado son los siguientes:
- Piscina clásica: es la más tradicional y nunca falla. Suele estar revestida en gresite en tono azul y su alrededor está revestido por piedra de color claro. Aunque no es la más original, es la más adaptable a todos los estilos.
- Estrecha: son sobre todo las piscinas urbanas por excelencia. Las solemos encontrar en las azoteas de muchos hoteles de ciudad, pero si en tu hogar no tienes mucho espacio y respira un aire urbanita, esta es una buena opción.
- Infinity pool: suele ser la piscina más soñada, ya que, a simple vista, parece que no tiene bordes y el agua se prolonga más allá de los límites. Si las vistas de tu casa son espectaculares, está claro que esta es tu piscina.
- Línea moderna: para aquellos exteriores que siguen un estilo moderno y minimalista en el que el césped es sustituido por el pavimento solado. Un exterior cuidado al milímetro donde reina la sencillez.
- Ibicenca: como bien indica su propio nombre, se basa en una piscina al más puro estilo de Ibiza, en la que el blanco es el principal protagonista. Sin olvidar complementar el espacio con algunos cojines y puffs.
- Simulación de lago o playa: es aquella que se integra completamente en el paisaje, simulando un lago o un estanque, o incluso una pequeña playa.
5. Color de la piscina
Una de las grandes cuestiones o dudas a tener en cuenta es el color del revestimiento de la piscina, ya que según el que elijas se verá de un tono u otro el agua.
Muchas personas están acostumbradas a relacionar el color azul con las piscinas dada su asociación con el agua, el mar, la tranquilidad y relajación, pero no es el único tono disponible. Hoy en día hay gran variedad de ellos. Los más usados son los tonos alrededor del azul, el verde, transparente, blanco, gris, tierra… Pero hay gustos para todo, y cada vez más vemos revestimientos en color rojo o rosa, por ejemplo.
Por encima de todo, hay que tener en cuenta los efectos de la iluminación. No es lo mismo tener una piscina al aire libre, donde se refleja el cielo y otros elementos que podamos tener en el entorno, que una piscina de interior, en la que influirá el color del techo. Además, la iluminación artificial también será determinante.
Debes tener en cuenta que el agua tiene la capacidad de absorber con más facilidad los tonos rojizos, anaranjados y amarillos que los tonos azules, por ello, casi siempre acabamos viendo un tono más azulado. Por otro lado, el color viene determinado por el cielo, lo cual hará que siempre tienda a la gama de azules. Y cuanto más profunda sea la piscina, un tono de azul más oscuro veremos.
Si en tu caso, quieres crear un ambiente natural, es una buena idea optar por tonos verdes, que, junto a la vegetación adecuada alrededor de la piscina, se puede conseguir el efecto de un lago natural. En cambio, los tonos grisáceos imitan el efecto que produce el mar u océano, además ayudan a disimular suciedades que pueden quedar en el interior. En cuanto al negro, cada vez vemos más piscinas revestidas de este color. Este es ideal si quieres que la temperatura del agua sea más elevada durante todo el año, prolongando así la temporada de baño. Finalmente, el color blanco funciona especialmente en aquellas zonas que son muy soleadas y el deseo es destacar todo el entorno e interior de la piscina.
6. Alrededor de la piscina
Para que la piscina quede completa, debes elegir, también, que pondrás a su alrededor, o lo mismo dicho, elegir su playa. La playa deberá ir en armonía con el estilo y color elegidos para la piscina, así pues, adaptándola al ambiente de tu hogar. Para ello, te informamos de los distintos materiales que puedes usar:
- Madera: aporta un aspecto natural, dando un punto nórdico si optamos por usar un tono más claro o un aire exótico si apostamos por tonos más oscuros.
- Césped: rodear tu piscina o solo una parte con césped natural o artificial también es una buena opción.
- Hormigón: le dará un ambiente más industrial y moderno, sobre todo combinándolo con una piscina en tonos grises.
- Piedra natural: su aspecto mineral le da un toque estiloso al diseño de la piscina y además, puede ser del color que se desee.
Te aconsejamos ir un poco más allá y pensar en la creación de un espacio que te proporcione sombra, a la vez que no esté muy alejado de la piscina. Puedes decantarte por un porche o un cobertizo o incluso crear una zona “chill” en la que descansar de los rayos del sol. Agradecerás haberlo tenido en cuenta en el momento de realizar tu piscina.
7. Cómo iluminar la piscina
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es la iluminación. No solo porque podrás disfrutar de tu piscina hasta cuando se pone el sol, sino que le dará un punto de personalidad y diferenciador, además de poder crear distintos ambientes según la intensidad y el color. Así pues, proporciona doble utilidad, funcionalidad y estética.
Las luces que se utilizan deben ser estancas para evitar la entrada de agua, además de garantizar una total seguridad. A continuación, te detallamos las clases de iluminación:
- Focos: normalmente se ubican a unos 70 cm de la parte más alta de la piscina, pudiendo así, tener una buena iluminación en el interior de esta. Además, puedes encontrar tipos diferentes: los empotrados, de superficie, etc.
- Lámparas flotantes: estas no necesitan ninguna instalación y se cargan con la energía solar por lo que no tienen consumo eléctrico. Se colocan en el agua para dejarlas flotar libremente.
- Proyectores: los puedes encontrar de led y normales, aunque la luz led es la más recomendada, sobre todo por su bajo consumo.
En cuanto al color de la iluminación puedes optar por la más típica, como la luz blanca o decidirte por otros colores que más te gusten, incluso puedes combinarlos, ya que las opciones son ilimitadas.
Aunque si quieres más comodidad, hay algunos modelos que incorporan un mando a distancia, facilitando el uso de las luces a través de control remoto, tanto pudiendo regular la intensidad, como el color y el encendido y apagado de estas.
Diseñar tu piscina e integrarla adecuadamente al estilo y al entorno de tu hogar, puede hacer que destaque, a la vez que obtienes un espacio único, donde además de disfrutar durante los días de verano, podrás deleitarte con una vista espectacular del entorno que has creado.
Las piscinas son el elemento ideal para dejar volar la imaginación y crear lugares fascinantes. Lugares que pueden cambiar por completo el ambiente de tu vivienda. Así que, si dispones de una casa con espacio suficiente, es el momento de ir pensando en hacerte una piscina en el jardín.