¿Alguna vez te has planteado hacer reformas en verano? La verdad es que, aunque para muchos sea época de desconexión, vacaciones, etc. gran parte de los profesionales coincidimos en que es la mejor estación del año para meterse de lleno en una obra de reforma, tanto si es parcial como integral. Desde nuestro estudio te contamos por qué.
El verano es una de las épocas señaladas en el calendario para afrontar una reforma ya se trate de una vivienda, un local a pie de calle o una oficina. Y es que, aunque la gran mayoría de hogares y empresas aprovechan esta temporada para irse de vacaciones y descansar, para muchos es también un buen momento para hacer obras, pues, a fin de cuentas, disponemos de más tiempo libre.
Por otro lado, la pandemia que vivimos y que nos obligó a estar varias semanas encerrados en nuestras casas, supuso un antes y un después en la vida de muchas personas y ahora, somos más conscientes de la importancia del bienestar que nuestros hogares nos transmiten. Nos hemos dado cuenta de los defectos y carencias de nuestras viviendas y de la posibilidad de mejorarlas recurriendo a una obra de reforma. Hoy no nos cabe duda de que, la vivienda es el epicentro de nuestras vidas.
Si estás pensando en meterte de lleno en una obra, pero dudas sobre cuál es el mejor momento, sigue leyendo, porque a continuación te damos las razones por las que el verano es la época ideal para llevar a cabo obras de reforma en casa.
1. Dispones de más tiempo libre
Por norma general, durante la temporada estival, gran parte de la población dispone de más tiempo libre a causa de dos factores: las jornadas intensivas de trabajo y las vacaciones.
- Jornadas intensivas de trabajo. Es bastante habitual que en verano muchas empresas tengan jornada intensiva de trabajo. Además, desde la pandemia, se ha incrementado el teletrabajo, lo cual conlleva a disponer de más horas libres para revisar las reformas y coordinarse con los profesionales, en caso de no querer dar las llaves.
- Si eres de los que les gusta tenerlo todo bien controlado y visitar con frecuencia la obra para poder hacer un seguimiento de cómo avanza, tus vacaciones son un muy buen momento para hacerlo, ya que dispondrás de suficiente tiempo libre.
2. Hay más luz natural y mejores condiciones meteorológicas
Como bien sabemos, el verano es conocido por tener los días más largos y disponer de mucha más luz natural que durante el resto del año. Este aspecto es ideal para alargar y aprovechar al máximo las jornadas, lo que también permite trabajar durante más tiempo, y de esta manera, la reforma podría, incluso, llegar a terminarse antes de lo previsto.
A ello hay que añadir que las condiciones meteorológicas también influyen y mucho, ya que si llueve y hay humedad ambiental, puede complicarse el desarrollo de la obra.
3. Puedes aprovechar para planificar un viaje o irte a tu segunda residencia
Si eres de los que prefieren dejar en manos de los profesionales todo el proceso de la obra de reforma y olvidarse por completo de los quebraderos de cabeza que puede conllevar, ésta es una buena ocasión para planificar un viaje, despreocuparse y dejar las obras de reforma en manos de un buen profesional de confianza.
En este mismo sentido, hay personas que deciden no viajar, pero aprovechan estos meses de verano para disfrutar de su segunda residencia. Esta es también una buena forma de disfrutar de las vacaciones al mismo tiempo que descansamos y desconectamos durante las vacaciones.
En el caso de tratarse de un local o de unas oficinas, resulta más sencillo aún, ya que o bien la mayor parte del personal se encontrarán de vacaciones o bien, puedan tener la opción de teletrabajar hasta finalizar la reforma, aunque claro está, también puede decantarse por cerrar por completo durante unas semanas.
4. Hay menos humedad y se ventila más
La humedad ambiental es un gran enemigo de las reformas, y es que cuando no hay humedad o se reduce, se obtienen mejores resultados y con mayor agilidad. Por ello durante los meses de altas temperaturas, la sequedad del ambiente y la mayor frecuencia de ventilación facilitan que se realice el trabajo de forma más eficiente y en consecuencia, también de forma algo más rápida, pues los trabajos de construcción, de fontanería o de pintura pueden llevarse a cabo de forma más cómoda, al poderse trabajar con puertas y ventanas abiertas. A esto hay que añadir que, todo ello ayuda a reducir la inhalación de productos tóxicos, además de eliminar los malos olores y por supuesto, es imprescindible para el correcto secado de algunos productos como pinturas, morteros, yesos, etc.
5. Se reducen los problemas con el vecindario a causa del ruido
Sin duda, como hemos mencionado anteriormente, muchas personas aprovechan para marcharse de vacaciones y esto conlleva que muchos vecindarios se queden prácticamente vacíos. Esto favorece el desarrollo y el ritmo de una obra de reforma, ya que causaremos menos molestias y el ruido o el polvo que se generan pueden ser menos problemáticos, pues aunque queden vecinos alrededor de nuestra vivienda, seguramente estarán más tiempo fuera de casa, ya que los horarios tienden a alargarse más.
Verano y reforma son una buena combinación, porque, como ya hemos visto, hacer reformas en verano resulta mucho más apropiado que en otras temporadas del año, gracias a la llegada del buen tiempo y la ausencia de lluvias. Sin olvidar, que es más fácil controlar el proceso y no sentirse tan molesto con la suciedad y ruidos que se puedan ocasionar.
Tu hogar puede mejorar por completo tu calidad de vida, influye en cómo te sientes, en tu comportamiento y en tus emociones, por lo que, si aún estás dudando en empezar esa reforma que tienes en mente desde hace tiempo, no lo dudes y aprovecha la época estival. Con más horas de luz natural, mejor clima y un horario más relajado, las obras de reforma resultarán más seguras y sin problemas, realizándose en menos tiempo y de una forma más eficaz.