¿Sabías que un espacio interior puede influir por completo en tu bienestar? El diseño de interiores tiene mucho que ver en ello.
Está demostrado que el diseño de nuestro entorno físico puede tener gran impacto en las emociones y comportamiento de las personas.
El interiorismo tiene el poder de influir profundamente en cómo nos sentimos. Los espacios en los que vivimos, trabajamos y nos relacionamos pueden afectar nuestro estado de ánimo, nuestra productividad e incluso nuestra salud mental.
En los últimos años, ha surgido un enfoque innovador llamado “neurointeriorismo” que se basa en la ciencia del cerebro y el comportamiento humano para rediseñar espacios que influyan positivamente en nuestra calidad de vida. Y es que, el diseño interior no se limita únicamente a la creación de espacios estéticamente agradables, sino que también considera cómo estos impactan en nuestra mente y sensaciones.
¿Qué beneficios puede aportarnos el “neurointeriorismo”?
- Reducción del estrés y mejora de la salud mental
Los ambientes estresantes tienen la facultad de afectar negativamente nuestra salud mental. El interiorismo aborda este problema al crear espacios que fomentan la relajación y la reducción del estrés. La incorporación de elementos naturales, como plantas y vistas al aire libre, puede brindar una sensación de calma y conexión con la naturaleza. La iluminación adecuada y los colores suaves también pueden tranquilizar nuestra mente y ayudarnos a relajarnos.
El diseño de entornos físicos que apoyan la salud mental tienen la capacidad de reducir la ansiedad y aumentar la felicidad, ayudando a un mayor equilibrio y calma emocional.
- Promoción del bienestar emocional
La capacidad de promover el bienestar es uno de los principales beneficios del «neurointeriorismo». Para crear un ambiente emocionalmente equilibrado, los espacios diseñados con este enfoque toman en cuenta cuidadosamente los estímulos sensoriales, como colores, iluminación y texturas. Por ejemplo, los tonos cálidos suelen transmitir sensación de cercanía y alegría, mientras que los tonos suaves y naturales hacen que te relajes.
La creación de entornos que apelan a nuestras emociones positivas ayudan a una mayor calidad de vida.
- Mejora de la productividad, la creatividad y la concentración
Nuestra capacidad para concentrarnos, ser creativos y ser productivos está directamente influenciada por el diseño de interiores. Este se centra en proyectar espacios abiertos y adaptables que fomenten la concentración y la eficiencia.
Para maximizar el rendimiento cognitivo, es importante tener en cuenta la iluminación adecuada, la disposición funcional del mobiliario, la reducción del ruido y la incorporación de elementos naturales como las plantas.
Así pues, el «neurointeriorismo» ayuda a reducir las distracciones y aumentar la productividad en entornos de trabajo y estudio al optimizar el entorno físico.
- Fomento de la inclusión y la diversidad
En el diseño de interiores también se fomenta la diversidad y la inclusión. Cada persona tiene necesidades y preferencias únicas, y se busca generar ambientes que sean flexibles y adaptables. De esta forma, se consideran las necesidades de diferentes personas, como aquellos con sensibilidades sensoriales o requisitos de accesibilidad, para garantizar que los espacios sean acogedores y accesibles para todos.
Esto fomenta un sentimiento de pertenencia y promueve una mayor integración social tanto en entornos privados como públicos.
Aspectos clave a considerar para crear entornos que nos hagan sentir bien
Como hemos mencionado anteriormente, los entornos que nos rodean ejercen un impacto significativo en nuestro estado de ánimo, nivel de estrés y nivel de productividad. Cada componente del diseño puede influir en nuestras emociones de manera significativa, desde la disposición del mobiliario hasta la elección de colores y texturas. Por lo tanto, veamos los aspectos clave que debemos tener en cuenta al diseñar un espacio para que tenga un impacto positivo en nuestra salud y calidad de vida.
- La distribución del espacio: el flujo y la distribución del espacio son elementos cruciales a tener en cuenta. Un espacio abierto y bien organizado puede fomentar la relajación y el bienestar al transmitir una sensación de calma y amplitud. Por otro lado, estar en un lugar desordenado y lleno de gente puede causar ansiedad y agobio. Buscar un equilibrio que permita una circulación fluida y un ambiente armonioso es fundamental.
- El diseño ergonómico: este se centra en la relación entre los humanos y su entorno físico. Un diseño ergonómico adecuado no solo mejora la comodidad física, sino que también puede tener un impacto positivo en nuestras sensaciones. Por ejemplo, un mobiliario cómodo y bien distribuido promueve la relajación y el bienestar, mientras que un entorno desorganizado y poco funcional genera estrés y frustración. Al proyectar un espacio, es esencial considerar cómo las personas interactúan con él, buscando soluciones que fomenten una experiencia emocionalmente positiva.
- La iluminación y los colores: estos dos elementos también desempeñan un papel crucial en nuestros sentimientos. La luz natural es un recurso valioso que puede elevar el estado de ánimo y mejorar la productividad de las personas. Espacios bien iluminados con luz suave y cálida nos brindan una sensación de confort y serenidad. En cuanto a los colores, cada tono tiene su propio significado y puede evocar diferentes sensaciones. Tonos cálidos como el amarillo y el naranja transmiten alegría y energía, mientras que los tonos fríos como el azul y el verde inducen calma y relajación. Por lo que, es importante seleccionar los colores de acuerdo con el estado de ánimo deseado para cada ambiente.
- Los materiales y texturas: nuestra salud mental puede verse afectada por la elección de materiales y texturas. Por ejemplo, las superficies cálidas y sensibles, como la madera o los tejidos naturales, suelen producir una sensación de confort y calidez.
En el momento de seleccionarlos, es importante tener en cuenta las preferencias y el estilo deseado de cada individuo.
- Los elementos decorativos y personales: no olvidemos la importancia de los elementos personales y de decoración en la influencia emocional de un espacio. Objetos significativos, fotografías familiares u obras de arte añaden personalidad y evocan emociones positivas.
Estos artículos nos conectan con nuestras experiencias y recuerdos, creando un ambiente íntimo y acogedor.
- La conexión con la naturaleza: Se ha demostrado que tener conexión con la naturaleza tiene un gran impacto en nuestro bienestar. Incluir elementos naturales como plantas, materiales orgánicos y vistas al aire libre en el diseño interior puede promover sentimientos de calma, inspiración y rejuvenecimiento. Además, los lugares que incluyen elementos naturales suelen ser más cálidos y favorables.
Buscar formas de integrar la naturaleza en la decoración y aprovechar sus efectos positivos en nuestra salud es beneficioso al diseñar un espacio.
Resumiendo, el diseño de interiores ejerce un poderoso impacto en nuestras sensaciones. Desde los colores que elegimos hasta la iluminación, el diseño ergonómico y la conexión con la naturaleza, cada elemento del espacio es capaz de influir en cómo nos sentimos en él. Al ser conscientes de esta influencia, podemos utilizar el interiorismo como una herramienta para crear entornos emocionalmente positivos que mejoren nuestra calidad de vida. De ahí surge el concepto de “neurointeriorismo”, una disciplina que aprovecha el conocimiento científico para proyectar espacios que impacten positivamente en nuestra mente y emociones.
Ya sea en el hogar, en la oficina o en cualquier otro entorno, el diseño interior tiene la habilidad de ser un aliado invaluable para crear ambientes que reflejen quiénes somos y nos hagan sentir bien en ellos.
Así que, la próxima vez que decidas rediseñar tu hogar, no dudes en considerar los beneficios del “neurointeriorismo”. Y si quieres dejarnos un comentario o quieres saber más sobre este tema, anímate a contactarnos.