Como bien sabemos, la iluminación natural es un factor primordial en cualquier hogar. Aún así, a veces es inevitable disponer de estancias que carecen de suficiente claridad. Por eso es tan importante saber cómo iluminar correctamente tu vivienda. De ello dependerá que se convierta en un hogar confortable y cálido e incluso, más alegre.
No cabe duda de que, al entrar en una vivienda uno de los primeros detalles en los que nos fijamos es en la luz de la que dispone. Tanto es así, que, si encontramos la casa oscura, nos dará una sensación de frialdad y querremos evitar estar en ese lugar. Y es que una buena iluminación, es vital para poder crear un hogar acogedor y agradable.
Para sacarle el máximo partido a la iluminación de tu casa, deberás tener claro el tipo y cantidad de luz que necesitarás según tus necesidades y las de tu familia, y por supuesto, según la orientación de cada estancia, ya que no todas las habitaciones disponen de la misma cantidad de luz natural. Así pues, con un uso correcto de la luz, podrás obtener beneficios tanto para tu salud como para tu bienestar. Para conseguirlo, te damos 5 claves que te ayudarán a aumentar la claridad y luminosidad de tu vivienda.
1. Adiós a los tabiques y los pasillos

Cuanto más compartimentada esté una vivienda, menos luz natural circulará por las estancias. En cambio, ocurre todo lo contrario si derribamos uno o varios tabiques. En este caso la luz podrá pasar hasta zonas que antes no era capaz, aportando la iluminación necesaria a cada habitación. También, de esta forma, evitarás utilizar en gran medida la iluminación artificial.
Es importante tener en cuenta que cuanto más amplias sean las estancias, más fácilmente fluirá la claridad entre ellas.
Lo mismo ocurre en cuanto a los pasillos. Estos a menudo restan luz a la vivienda y, a veces, son tan estrechos y largos que se vuelven oscuros y fríos, obstaculizando la circulación de claridad. Puedes solucionarlo derribando el pasillo y poniendo en su lugar una estantería baja y larga para, de esta forma, separar la zona de paso del resto de la casa.

Si no te gusta mucho la idea de vivir en una casa con los espacios conectados entre sí y quieres tener zonas bien delimitadas y separadas, opta por dividirlas con celosías de cristal. Son una muy buena opción, ya sea tanto para no perder esa entrada de luz al interior de tu hogar, como para aportar un punto chic.
2. Opta por grandes ventanales o lucernarios

Sabemos que es un clásico, pero cuanto más grandes sean las ventanas, más claridad entrará en la vivienda. La dimensión de estas es directamente proporcional a la luz que aportan, afectando claramente a la iluminación de tu hogar. Por ello, es imprescindible hacer un estudio previamente, con el que sabrás de dónde viene la luz de tu casa y en qué momento del día. De esta forma podrás decidir en qué estancias quieres ubicar las ventanas más grandes.
La luz proveniente del sur es la más dura y crea un exceso de contraste, mientras que, la que llega del norte, es mucho más difusa y homogénea. En cambio, las ventanas que dan a este y oeste serán las que más variarán su aporte de luz a lo largo del día, por lo que deberás tener en cuenta el uso de las estancias según la necesidad de luz de cada una.

Por otro lado, es necesario prestar atención a los grandes ventanales, ya que estos pueden aportar muchísima claridad, aunque existe la problemática de perder intimidad y tener mayores pérdidas térmicas. Y es que los vidrios no aíslan de igual forma que las paredes. Una buena opción, si quieres evitar estas cristaleras de gran tamaño es, o bien colocar vidrios traslúcidos u optar por los lucernarios.
Un lucernario consiste en una ventana situada en el techo o en la parte superior de una pared. Al estar tan elevado, la iluminación es muy superior a la de una ventana convencional, con el añadido de que, en algunos casos, permite la visión del cielo cambiante, creando un efecto muy dinámico y bonito en la decoración de interiores.
3. Usa colores claros en tu vivienda

Si tu hogar no es muy luminoso, decántate por pintar las paredes en tonos claros. No es necesario que recurras al típico color blanco, dispones de otras opciones como los beiges, los grisáceos y los blancos rotos. Con ellos, conseguirás que tu vivienda se vea más amplia y alegre, y sobre todo, obtenga más claridad.
Te aconsejamos pintar toda la casa con el mismo color que elijas. Evita utilizar diferentes colores para cada habitación, ya que se perderá toda la armonía que puedes conseguir con un solo tono claro y luminoso.

Aunque, si te gusta seguir las tendencias y quieres aportar un poco de color a las estancias, puedes hacerlo de una forma sutil y sin perder luz. El truco está en pintar solo una pared del color deseado o empapelarla con papel pintado, dejando los tonos claros para el resto de paredes y para el techo. De esta forma no perderás la luz que entre, aprovechándola al máximo, y aportando un toque de alegría al ambiente.
No olvides el pavimento. Al igual que las paredes, un pavimento de color claro, te ayudará a aumentar la luminosidad del ambiente, y si es de madera o de imitación de ésta, también aportará calidez.
Por el contrario, si dispones de un pavimento oscuro y no quieres cambiarlo, tenemos un truco. Simplemente deberás colocar alfombras de tonos claros, pues ayudarán a mejorar la sensación de confort del espacio.
4. Instala una buena iluminación artificial

Para potenciar la iluminación en una vivienda y crear un ambiente de bienestar, es importante conseguir un buen equilibrio entre la luz natural y la artificial. Y es que, es conocido que la luz tiene efectos en el ser humano de forma variada y compleja. Unos efectos que van más allá de los fenómenos de la visión, perjudicando a nuestra salud, estado de ánimo y rendimiento.
Así pues, si un espacio dispone tanto de demasiada luz como de demasiado poca, afectará negativamente a la persona que se encuentre allí, e incluso puede llegar a bajar su rendimiento laboral. En cambio, una correcta y equilibrada iluminación aportará beneficios para la salud.
Como guía para conseguir una buena iluminación, dispones de un modelo en el que se expone un listado de 18 factores a tener en cuenta en el momento de iluminar los diferentes espacios de tu hogar.

Aunque, si te preocupa el hecho de que tu vivienda sea interior y por lo tanto, prácticamente, solo disponga de luz artificial, no te preocupes, porque ésta puede ayudarte a crear ambientes verdaderamente luminosos. Para ello, deberás elegir una luz general con una intensidad adecuada y combinarla jugando con distintos tipos de luz, como apliques ocultos, lámparas de pie o de mesa o spots dirigibles, dependiendo de la hora del día.
Por último, creemos que hay dos puntos que debes tener en cuenta: primero de todo, opta por usar siempre la iluminación LED, tanto por su bajo consumo, como por su larga duración. Y segundo, utiliza la luz cálida para aquellos ambientes sociales y de descanso, y en cambio aplica la blanca para las zonas de trabajo y para la cocina.
5. La decoración y el mobiliario también son importantes

Aunque pueda parecer un detalle de poca importancia, la medida y el color de los muebles que vayas a disponer, serán decisivos para crear un ambiente lleno de luz.
El mobiliario en tonos claros y de dimensiones poco voluminosas aportarán más luminosidad y amplitud al hogar. Y no olvides que disponerlos en poca cantidad también ayudará, por lo que la decoración minimalista puede ser una buena aliada.
Y por supuesto, colocar los muebles de forma que no interrumpan el acceso de luz natural a la estancia será clave.
Por otro lado, las cortinas, también son un elemento a tener en cuenta. Si lo que quieres es que entre luz en tu casa sin perder intimidad, te aconsejamos que te decantes por emplear cortinas translúcidas o paneles japoneses semi translúcidos. Cabe añadir, que también, aportarán un toque decorativo a tu hogar.

Otro elemento que no queremos pasar por alto, son los espejos. Si colocas un espejo de forma estratégica cerca de la ventana, conseguirás que la luz se refleje, rebote y que se impregne toda la estancia, creando, además, una sensación de amplitud, lo cual puede ser muy interesante para los espacios pequeños. Y si los muebles y las paredes son de colores claros, el efecto será mucho mayor.

Sin duda, la iluminación es uno de los recursos más poderosos de los que dispones para trazar el ambiente de bienestar que deseas para tu casa. La clave está en saber encontrar el equilibrio ideal entre la luz natural y la artificial para cada estancia.
No olvides que, para iluminar correctamente tu vivienda y conseguir armonía, deberás ayudarte de lámparas de pie o de sobremesa y otros tipos de iluminación, dependiendo de la cantidad de claridad que dispongas, sin olvidar la importancia de saber escoger el mobiliario, los elementos decorativos, y el color de las paredes y del pavimento adecuados.
Ya sean muchas o pocas las horas que disfrutes de tu hogar, estas tienen que ser de calidad y solo lo serán con la luz adecuada.